Tener una adecuada postura es mucho más que algo estético, se trata de salud y de bienestar. Un gran porcentaje de los dolores de espalda que hoy sufre la mayoría de la población están relacionados directa o indirectamente con unos malos hábitos posturales. Conscientes de ello, en Myox desarrollamos planes de ejercicio enfocados corregir la postura, otorgándole además estabilidad a tu columna y un mejor comportamiento neuro-muscular.
El reposo, la inactividad, muchas horas sentados frente al ordenador, incluso el manejo del teléfono móvil lleva a las personas a adoptar una posición hiper-cifótica y de antepulsión de hombros. Poco a poco la musculatura postural va perdiendo fuerza, aparecen dolores de espalda (lumbalgias, dorsalgias o cervicalgias), deteriorando la calidad de vida de las personas.
Además esta postura «encorvada» de la espalda produce una desventaja mecánica, ¿esto qué quiere decir? pues que se genera una posición articular que termina limitando el movimiento de tus hombros, por ejemplo.
Hoy en día cuidar la postura de tu espalda es una necesidad, pues existen cantidad de factores en la sociedad que provocan alteraciones en nuestra actitud postural y que poco a poco van desencadenando otros problemas secundarios.
Puestos de trabajo en los que se estás cantidad de horas sentado, como despachos, oficinas,… o peor aún, conductores de autobús, camiones o maquinaria industrial. Personas que trabajan muchas horas en pié en una posición constante o en cadenas de montaje donde existe un gesto o mecánica repetida durante prácticamente toda su jornada laboral, y por supuesto, no podíamos olvidarnos del mayor mal de la sociedad actual, el sedentarismo.
Por un lado nos estamos encontrando ante situaciones que nos llevan a adoptar posiciones inadecuadas y por otro lado, factores que pueden provocar hipotonía muscular, para que nos entendamos, la musculatura de tu espalda pierde tono, masa muscular y fuerza.
Y es así como empiezan los problemas de espalda, posturas defectuosas sostenidas por musculatura débil, que terminan provocando dolores de espalda (cervicalgias, dorsalgias o lumbalgias), y que, por supuesto, empiezan a crear una desventaja mecánica para otras articulaciones, por ejemplo, empezamos a sentir que subimos menos el brazo, o que el apoyo de una de las piernas es diferente,…
Todo lo expuesto hasta ahora, ha sido referido a situaciones comunes en las que se altera la postura correcta de la espalda, pero, existen otros casos que pueden tener un componente genético o adquirido, como las diferentes alteraciones de la curvatura de la columna: la escoliosis, la hipercifosis o la hiperlordosis. Estos casos deben ser estudiados siempre de forma independiente, pues debe tratar de averiguarse cual es el origen del problema, si es genético o adquirido, desde cuándo se manifiesta, si genera dolores, si genera limitaciones de movimiento en la columna o en otras articulaciones, o si están afectando a la calidad de vida de la persona en cuestión: sus hábitos diarios, sus entrenamientos, su trabajo,… Por supuesto, debe tenerse en cuenta también la edad del paciente, su condición física, su tono muscular, su propiocepción, tipo de trabajo,… Solo una completa anamnesis nos permitirá establecer un plan de trabajo personalizado y saber si optamos a paliar síntomas, a prevenir procesos degenerativos o bien, si optamos a rectificar dichas anomalías.
Además, en tu vida social y laboral, tu postura dice mucho de ti, es lo que llamamos comunicación no verbal o lenguaje corporal, así que mejoremos esa espalda y ¡transmite al mundo lo mucho que vales!
¿Qué nos aporta la corrección postural?
Una vez realizado el estudio biomecánico, detectada la musculatura inhibida, y diseñado el plan de trabajo, este comienza a desarrollarse aplicando ejercicios posturales, programas de ganancia de estabilidad y fuerza, ejercicios propioceptivos y empleando la electroestimulación muscular para lograr acelerar resultados, facilitar el trabajo y lograr la mayor eficiencia del programa de corrección postural.
El paciente gana tono muscular y fuerza en la musculatura de la espalda, habiendo puesto especial atención en la musculatura inhibida. Comenzará a sentir que se posiciona «más recto» y que gana seguridad en algunos gestos, como agacharse, carga un objeto o entrando o saliendo del coche. Poco a poco las molestias o dolores van remitiendo, y es que, la mecánica de tu espalda habrá mejorado.
Cuídate, cuida de tu salud, cuida de tu espalda, y cuida tu postura. ¡Te esperamos!
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